Con un contenido de plomo de menos de 50 partes por millón (PPM), este ZnO indirecto muy puro se controla estrictamente en cada etapa de su proceso de producción de conformidad con la legislación de buen proceso de fabricación (GMP). Esto lo hace apto para un tratamiento veterinario con prescripción médica. El GMP veterinario de óxido de zinc está cubierto por un certificado oficial de GMP y CEP. Además, cumple con las especificaciones de las monografías de la farmacopea europea (EP) y estadounidense (USP) para el óxido de zinc.